Diálogo "Niño sin voz"

Esto lo escribí hace bastante, no me acordaba, lo adapte, lo arregle, lo cambié, lo re-escribí, es el mismo, está igual, a veces lo cantaba.
Bueno, algún día léanlo, pronto subiré las otras partes, tal vez alguna vez lo complete, alguna vez termine la historia.






Diálogo "Niño sin voz"


PRIMERA PARTE


(Imagínense un departamento, una pieza, cortinas cerradas, de noche, de día, como sea, sólo imaginen, solos imaginen, imaginen un deprimido ambiente tan alegre para escribir, tan certero para decir la verdad, tan incierto para vivir, tan bonito para luchar)




Grito fuerte, pero nadie me escucha, nunca nadie me escuchó. Nadie en mi corta vida me había escuchado antes hablar, sólo había balbuceado algo más parecido a gestos que a palabras, necesitaba pedir comida, algo de dinero, algo de cariño, algo de abrigo.
Aun así tenía una conocida, llamada Novia, a veces hacíamos el amor, creo que lo hacía, no recuerdo, no me decía nada.
De alguna manera tenía que soltar esto, aprendí a tocar instrumentos, aprendí de música, primero fue la cama, luego la cómoda, no era para nada cómodo, era una niña, parecía vino. A veces buscaba en otros lados, se me hacía fácil mentir, era tan fácil engañar, a mujeres, vagos, compañeros, compañeros, compañeros, hermanos, burócratas, mujeres, Estado, mujeres.
De repente estudiaba, sí, no lo crean, no es cierto, derechamente conquistaba mis pensamientos con engaños construidos por extraños, extraños no tan extraños, los conocía, sabía que decían, quienes eran, dónde vivían, donde viven. Hacía acto de presencia, iba, venía, huía, caía, comía, bebía, en muchos días, años, ojalá no sean tanto, pronto me voy, adiós.  
Una vez me encontré con alguien, ni idea quién era, pero era linda, bonita, extraña, fea, consentida, cuica la tonta, moría de hambre, vacía mental, era demasiado sabia:


     Extraña Nº16: - ¡Hey!, ¡oye!, tengo alto para ti. Ven.


Le respondí que no me interesaba, la verdad si me interesaba, pero tenía miedo, no solía a hablar con extraños, con nadie, no hablaba.


    Extraña Nº16: - Tengo algo que decirte, en verdad, no es para ti.


El diálogo parecía un festival inerte, era como de gente dormida, yo parecía un niño sin voz, la verdad es que tenía, no, no tenía voz.


    Extraña Nº16: - Ah, ¡ya!, da lo mismo, veo que tu ya no piensas. Hasta luego.


Doy media y vuelta, y lo veo, ella muere, ¡SE MUERE!, extraño, pero así sucedió. Yo grito, me pongo a gritar, sigo gritando todo el camino, grito muy fuerte, ¡Somos niños sin voz!, ¡Ya no soy un niño sin voz!


Yo a veces siento que esta gente no existe, no le creo nada, no pueden ser así. No les hablo porque ni siquiera los veo, me gustaría pegarles, matarlos, ahorcarlos a todos, incluyéndome.
Fueron moldeados, fuiste moldeado, todos, por una mentira, una sola mentira. Esa cultura no es tuya, no era mía, no era nuestra, no era de nadie. Bueno si, era de ellos, los ajenos, los extraños, los Wincas, los odiaba.
¡Cuánto tendremos que esperar para Mayo!, Dónde está Chatterton y Villon, ! SÁLVANOS ROMÁNTICO!


Por ahora sólo me queda gritar, seguir gritando fuerte, que me quiero morir, que quiero vivir, que quiero igualdad, que quiero dignidad, que no quiero hacer nada.








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